Por: Monica Denis (psicóloga)
Muchos pensamos que los niños no se dan cuenta de lo que sucede tras una pérdida significativa o que están muy pequeños para comprender la muerte y sus rituales. En ocasiones tratamos de protegerlos para que no sientan dolor y sufrimiento, y a menudo les decimos mentiras o disimulamos y escondemos nuestro propio dolor.
Es importante entender que los niños perciben lo que está sucediendo a su alrededor y que pueden experimentar el dolor de la pérdida; sin embargo experimentan la muerte y el duelo de manera distinta a los adultos. Saber qué decir y cómo apoyar a los niños durante este tiempo no es fácil. Es probable que usted como adulto también esté sufriendo y tratando de lidiar con sus propias emociones. Si bien no podemos proteger a los niños contra la pérdida y el dolor, sí podemos desempeñar un papel importante para ayudarlos a sentirse seguros y afrontar el duelo de la manera más saludable posible.
Comencemos por definir ¿Qué es duelo? Y los distintos tipos de pérdida que pueden experimentar los niños. Duelo es la respuesta emotiva ante la pérdida significativa de alguien o algo. Es un proceso de adaptación donde tenemos que aprender a vivir sin…
Los niños pueden experimentar distintos tipos de pérdidas:
- Pérdidas en el cuerpo: Crecimiento, enfermedades o accidentes.
- Pérdidas de contexto relacional: Separación o divorcio, cambios de residencia o escuela o cambios a nivel socioeconómicos.
- Pérdidas de desaparición: Muerte de familiares o mascota.
El proceso de duelo varia según:
- Desarrollo evolutivo del niño
- Lazos afectivos con la persona fallecida
- Las reacciones de las personas que le rodean
- Cambios en su entorno más próximo
Algunas expresiones emocionales o comportamientos esperados en los niños tras una
pérdida son:
- Tristeza
- Irritabilidad
- Sentimientos de Culpa
- Miedos
- Ansiedad
- Alteraciones de sueño y apetito
- Dificultad para separarse del entorno familiar
- Dolores físicos (de cabeza, musculares, de estómago o vómitos)
- Dificultad en concentración, atención y/o memoria
¿Cómo comunicar la noticia de la pérdida?
De ser posible, la persona más cercana al niño debe darle la noticia, incluso si esa persona es uno de los padres y también está en duelo. Está bien si la persona que comparte la noticia está triste o llora, pero es importante que pueda mantener sus emociones bajo control para no alarmar más al niño en una situación que ya de por sí es difícil.
La noticia se debe dar inmediatamente o poco tiempo después de la muerte. Es importante mantener contacto físico con el niño, un abrazo o tocarle el hombro. Puede compartirle sus emociones evitando tener reacciones exageradas. Si los padres en duelo están demasiado afectados como para dar la noticia con cierta calma, entonces debería ser la siguiente persona más cercana al niño quien hable con él, con quien tenga un vínculo y confianza.
Lo ideal sería que la noticia se dé en un lugar conocido para el niño, donde se sienta cómodo de expresar sus emociones. Evitar darla hospitales, restaurantes o centros comerciales. Se debe comunicar de forma clara (de acuerdo con su edad), sin demasiados detalles, en un tono de voz cálido, siempre abriendo espacio para que el niño comparta sus emociones y pensamientos sobre lo sucedido. Debemos validar sus emociones y responder a sus preguntas o dudas al respecto; si no sabe cómo contestar a alguna de éstas, está bien decirle “no sé” o preguntarle qué piensa él/ella.
¿Qué decir?
Se le puede decir algo como: Tu abuelo ha muerto y no lo volveremos a ver más. Sus pulmones han dejado de funcionar y los doctores trataron de resolver el problema, pero no lograron curarlo. Sin embargo, ya no siente dolor ni sufrimiento. Evitar metáforas como “se ha ido”, “se quedó dormido”, “nos ha dejado”. Podemos agregar que nada de lo que le ha pasado ha sido su culpa y que no podíamos hacer
nada para evitarlo. Es importante hacerles saber que nosotros también nos sentimos tristes y asegurarle que esta bien que el/ella se sienta triste, enojado o con miedo. Hay que alentarlos a recordar y hablar del ser querido cuando lo sientan necesario y decirles que de tener alguna pregunta o duda pueden hacerla.
¿Los niños deben ir a los velorios o funerales?
Los funerales, velorios y servicios conmemorativos son una parte importante del proceso de duelo y una forma de decir adiós a la persona que ha muerto. Un niño nunca debe ser obligado a asistir a un funeral. Si el niño indica que quiere ir, entonces debe ser alentado a hacerlo. Si el niño es pequeño, pida a la persona más cercana o de confianza que esté atento al niño y se lo lleve, si decide que se quiere ir antes de que termine el servicio.
Asegúrese de preparar a su hijo para lo que verá. Hágale saber que las personas pueden vestirse de colores oscuros y que estarán muy tristes y que algunos podrían estar llorando, por ejemplo. Explique si habrá un ataúd con el cuerpo y cualquier otro detalle importante.
¿Cómo podemos ayudar a elaborar el duelo en la infancia?
- Manteniendo su rutina: los niños de todas las edades se desenvuelven mejor cuando saben qué esperar. Las rutinas los hacen sentir seguros.
- Apoyándolo emocionalmente: ayudándole a identificar, nombrar y expresar sus emociones. Puede ser a través del juego, cuentos infantiles, películas o arte.
- A través de un acompañamiento por parte de una persona adulta cercana al niño: que le haga sentir al niño que está siendo atendido, comprendido y aceptado.
- Entendiendo que el duelo es un proceso y toma tiempo: cada uno tiene un ritmo distinto al otro.
- Permaneciendo pendientes del niño cuando se acercan los aniversarios de la muerte: Normalmente cerca de las fechas de aniversario, los niños pueden expresar nuevamente tristeza.
- Recordando al ser querido que ha fallecido: pueden recolectar fotos y cosas que le recuerden a la persona que ha muerto.
- Cuidando de uno mismo: Aunque nuestro primer impulso es proteger y consolar a los niños, es crucial buscar y recibir ayuda para nuestro propio dolor.
Por más que estemos atravesando por momentos difíciles debido a un duelo debemos esforzarnos en tener en cuenta a los niños, escucharlos, aclararles dudas y estar presentes para ellos lo más que podamos. De esta manera lograrán un duelo más saludable.
Instagram: @Monicadenisr