Nos llena de profunda emoción haber realizado por primera vez un Café con Huellas en el interior del país. A este encuentro llegaron personas de distintas provincias, muchas de ellas viajando largas distancias por carretera, buscando justamente ese espacio de contención que tanto necesitaban. El café tuvo lugar en Penonomé, y nos acompañaron personas que viajaron desde La Hermita, Santa María de Herrera, Chitré, Santiago y Aguadulce.
Saber que nuestros Cafés llegan al corazón de quienes nos acompañan es lo que nos impulsa a seguir. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso de continuar creando estos espacios, tanto en la capital como en otras regiones del país. Porque nadie debería vivir su duelo en soledad, y porque en Huellas de Ángel, siempre habrá una mano extendida y una mesa donde compartir desde el alma.