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Lilia Cucalón

Lilia Cucalón

02 de febrero de 2020…

Ese fin de semana decidimos ir a la playa para aprovechar el verano. Mis primos nos invitaron a casa de mis tíos y nos fuimos Peter (mi esposo), Paulina, Natalie, las dos señoras que trabajaban con nosotros y yo.

Un fin de semana hermoso, lo pasamos muy bien. Hasta que llegó el domingo, no queríamos irnos y le dije a mi esposo que, si nos quedábamos hasta el lunes temprano y le pareció una idea estupenda, pero él tenía que regresar ese día por trabajo. Bajamos todos a la playa, la pasamos muy bien, y cuando subimos, los niños se metieron a la piscina mientras Peter se arreglaba para irse, se despidió y se fue cerca de las 11 a. m. Como a las 12:00 del mediodía sacamos a los niños para que almorzaran y Natalie, de 2 años recién cumplidos, no quería salir de la piscina. La saqué y le quité el flotador para que pudiera sentarse a comer; estaba muy molesta conmigo porque ella quería seguir en la piscina. Se sentó con su nana a comer dentro de la casa mientras yo estaba en la terraza dándole de comer a Paulina con Ale (mi comadre y amiga) y sus hijos. Yo entré a la casa unos minutos después y Natalie no quería comer más (no había comido mucho, seguía medio molesta) y bueno, le dije a la nana que ya estaba bien, que, si no quería más, que no comiera. Y en eso salí y me senté en la mesa donde estaban los demás niños y Ale. No sé cuántos minutos pasaron luego de eso, pero no fue mucho cuando veo a la nana asomarse a la puerta de la terraza y le pregunto “¿Y Nati?” Y me dice: “¿No está con usted?” Y bueno, la reacción de Ale y mía fue correr a la piscina, y lo que temíamos, estaba mi niña en el fondo de la piscina. Ale la sacó, yo simplemente no podía pararme, entré en estado de shock y no paraba de gritar y llorar. Alessandra es doctora y le hizo reanimación y pudo conseguirle pulso, ella expulsó agua por su boquita y nos fuimos con mi primo a urgencias en San Carlos.

Al final, no pudieron hacer nada, ya Nati no estaba, la perdimos ese domingo, el día más duro de nuestras vidas, un dolor indescriptible… respirar era casi imposible, duele el alma… Una parte de nosotros murió ese día.

Hoy somos una familia de 6, mi esposo, yo y nuestros 4 tesoros, Paulina, Natalie (nuestro angelito), Peter y Patrick.