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Mariangélica Lasso

Mariangélica Lasso

Marco Aurelio Chang Lasso, 14 de septiembre de 2015. Falleció en el vientre a las 30 semanas. Después de múltiples estudios, se desconoce la causa de su fallecimiento.

Su familia acogió la partida temprana de Marco como designio de Dios y sostenidos de la fe entregaron su dolor especialmente a la Virgen María, quien conoce el dolor por la pérdida de un hijo. Como fruto de esta entrega experimentaron una gran paz que sobrepasó todo entendimiento. Como muestra de agradecimiento escribieron un librito con el testimonio de Marco Aurelio y apoyan a personas en su acercamiento con Dios.

Ese lunes 14 de septiembre (1 semana antes de mi cumpleaños), cuando me desperté, algo dentro de mí me decía que él ya no estaba ahí, recientemente había ido a una cita de control y todo estaba perfecto, traté de quitarme de la mente todos esos pensamientos negativos, seguí con lo que tenía planeado para ese día pero estaba muy intranquila, en un momento de oración agarré mi Rosario y solo dije «Señor, si esto es lo que estoy pensando, yo no puedo con esto, agárrame Tú porque yo no puedo»;  Llamé al doctor y me dijo que no me preocupara, que estar estresada hacía más daño y que me comiera un chocolate, no solo comí un chocolate, comí mucho chocolate y no sentí ninguna patada así que me fui con mi esposo al consultorio del Doctor. Cuando llegamos extrañado me preguntó qué hacía ahí y le dije que necesitaba que me viera, él me contestó que pasara antes que las demás pacientes porque lo mío iba a ser muy rápido y yo le dije que no creía que fuera así…al pasar al ultrasonido el doctor y mi esposo se dieron cuenta que lo que les decía estaba confirmado, Marco Aurelio ya no estaba ahí, solo su cuerpecito hermoso, procedimos a una cesárea, en donde a pesar de lo incómodo del ambiente, el recibir a nuestro hijo en nuestros brazos, verle todos los rincones de su cuerpecito tan perfecto y darle su bendición como parte de nuestra familia fue un momento indescriptible. La ley de la vida es naturalmente que uno entierre a sus padres, no a sus hijos, pero Dios te da unas fuerzas que definitivamente no son tuyas, para enfrentar algo como esto. Ese día mi nana de sorpresa me había puesto el moisés en el cuarto del bebé y en la noche, le tocó recogerlo.

Marco es nuestro segundo hijo, siempre lo recordamos como tal y para nosotros es muy importante darle su lugar. Tenemos 4 hijos: 3 en la tierra y 1 en el cielo y aunque lo extrañemos sólo el pensar que hay alguien de nuestra familia que intercede por nosotros desde el cielo nos llena de gozo y alegría.