La pérdida gestacional, perinatal o neonatal no es un dolor exclusivo de un país ni de una cultura. Es una realidad humana que atraviesa fronteras. Y aunque por mucho tiempo fue vivida en silencio, hoy, en distintas partes del mundo, comienzan a surgir iniciativas que buscan hacer algo distinto: acompañar mejor.
Aquí te compartimos algunas acciones que están marcando la diferencia en otros países:
Licencia por duelo gestacional en Argentina y España
En Argentina, algunas provincias han comenzado a legislar días de licencia específicos para madres y padres que han perdido un embarazo. En España, el Estatuto de los Trabajadores contempla permisos especiales según el caso. Estos avances no solo reconocen el duelo, sino que le dan un lugar en la sociedad.
Protocolos humanizados en hospitales del Reino Unido
En el Reino Unido, muchas maternidades tienen programas llamados Bereavement Services. Incluyen habitaciones especiales para despedirse del bebé, cajas de recuerdo, seguimiento emocional y personal capacitado para el trato sensible. No hay prisa. Hay respeto.
Fotografía como legado: Now I Lay Me Down To Sleep (EE.UU.)
Esta organización capacita a fotógrafos voluntarios para retratar a bebés fallecidos con sus familias, creando un recuerdo amoroso. En lugar de esconder el duelo, lo transforman en memoria. Y en muchas familias, eso cambia todo.
Espacios conmemorativos públicos
Algunas ciudades han creado jardines del recuerdo o monumentos para bebés que no llegaron a nacer o vivieron poco tiempo. Espacios abiertos donde las familias pueden ir, sentir, recordar y saber que no están solas.
¿Y en Panamá?
Desde la Fundación Huellas de Ángel, creemos que este cambio también puede suceder aquí. A través de nuestras capacitaciones en hospitales, el acompañamiento a familias y la creación de espacios como el Café con Huellas, sembramos paso a paso una cultura más empática.
Sabemos que queda mucho por hacer, pero no estamos solos. Porque cada historia compartida, cada gesto compasivo y cada hospital que abre sus puertas… también es parte de ese cambio global.



